Connected Kerb presenta estaciones de recarga compactas junto al bordillo

La empresa británica Connected Kerb ha desarrollado cargadores compactos para coches eléctricos que pueden montarse en bordillos, postes de señales de tráfico o bolardos delimitadores al borde de la carretera. Las primeras estaciones de recarga en bordillos se instalaron recientemente en Londres con fines de prueba.

Los dispositivos, que miden unos 30 centímetros de alto y cuestan 2.000 euros, están fabricados con material reciclado y, además de su función de carga, ofrecen acceso WiFi y la opción de recopilar datos sobre el tráfico o el tiempo para la administración municipal. Connected Kerb no facilita ninguna información sobre el rendimiento de la carga, pero el planteamiento de la empresa es ofrecer dispositivos de bajo consumo para zonas residenciales que puedan instalarse a bajo coste y dar buen servicio en cualquier lugar del país.

Connected Kerb ha instalado ya sus primeras estaciones de carga públicas en Borough Road, en colaboración con el Ayuntamiento londinense de Southwark y con el apoyo de Virgin Media y National Grid. Los cargadores de las aceras están conectados a un cable inteligente de banda ancha de fibra óptica.

"Nuestra experiencia en el trabajo con las comunidades demuestra lo importante que es reducir la congestión en las carreteras. Nuestra estación de recarga se desarrolló específicamente para este requisito", afirma Connected Kerb. El año pasado, la startup ganó con su idea el Premio del Alcalde de Londres a la Innovación Urbana. Los británicos no son los primeros en especializarse en el ahorro de espacio y la rentabilidad de los puntos de recarga en el centro de las ciudades: Entre los enfoques más conocidos están los mástiles de farolas equipados con puntos de recarga de la startup berlinesa Ubitricidad.

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