El proyecto V2G de Nissan en Alemania muestra resultados
Un proyecto piloto V2G puesto en marcha en Hagen (Alemania), en el que se utiliza un Nissan Leaf para estabilizar el suministro eléctrico como parte de la energía de control primaria, ha dado resultados. Sin duda, el coche eléctrico puede ganar dinero como parte del mercado energético.
"Utilizando el vehículo, ofrecimos ocho kilovatios de energía en el transcurso de una semana y ganamos 20 euros en el proceso", explica Marcus Fendt, Director Gerente de The Mobility House. Según los iniciadores, el estreno en Hagen abre oportunidades prometedoras en el mercado de la energía. La fase piloto ya ha concluido y el Nissan Leaf funciona regularmente como dispositivo de almacenamiento de baterías.
Una breve mirada retrospectiva: En octubre, The Mobility House, ENERVIE, Amprion y Nissan anunciaron un gran avance en la tecnología V2G. En las instalaciones de ENERVIE en Hagen, presentaron el Nissan Leaf, que por primera vez está cualificado al estilo de una gran central eléctrica de acuerdo con todos los requisitos reglamentarios de un operador de la red de transporte (TSO). ¿Cómo funciona exactamente? La capacidad de carga bidireccional del Nissan Leaf a través de la conexión CHAdeMO convierte al BEV en un almacenamiento intermedio móvil. En combinación con la tecnología inteligente de carga y gestión de la energía de The Mobility House, los procesos de carga y descarga se controlan y supervisan en función de la frecuencia de la red.
Tras varios meses de pruebas prácticas, los socios afirman ahora. Un coche eléctrico puede integrarse en el mercado energético y su propietario puede ganar dinero. Se puede demostrar que la integración de los coches eléctricos en el control primario de la energía tiene sentido tanto desde el punto de vista técnico como económico, según el comunicado de prensa. Concretamente, el coche eléctrico absorbe el exceso de energía de la red eléctrica o la introduce en ella en cuestión de segundos. La capacidad de reaccionar con rapidez es remunerada por los operadores del sistema de transmisión: así es como se generan los ingresos.
Aunque los 20 euros mencionados tengan poco efecto, "a las 50 semanas serían 1.000 euros", calcula Fendt. Además, sólo se trataría de un coche. Los iniciadores añaden que la tecnología V2G es especialmente interesante para los operadores de flotas. Sin embargo, tanto los precios de la tecnología de recarga como las trabas normativas siguen siendo obstáculos, admiten. Mientras tanto, rechazan la idea de que cargar y descargar la batería con más frecuencia acorte su vida útil: "En nuestra colaboración con la Universidad Técnica de Múnich, acabamos de demostrar cómo la gestión de la carga puede influir positivamente en la vida útil de la batería", afirma Fendt.
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