Volvo CE electrificará las máquinas compactas
El fabricante de maquinaria de construcción Volvo Construction Equipment anunció el lanzamiento de una gama de cargadoras de ruedas y excavadoras eléctricas compactas que se introducirán a partir de mediados de 2020 y el fin del desarrollo de nuevos motores diesel para los vehículos.
En concreto, se presentarán las excavadoras compactas EC15 a EC27 y las cargadoras de ruedas L20 a L28. Según Volvo CE, las primeras versiones eléctricas se presentarán en Bauma en abril de 2019, seguidas de un lanzamiento gradual al mercado a partir de 2020.
Volvo CE da este paso tras la introducción de toda una serie de máquinas conceptuales que, según el fabricante, han tenido una respuesta muy positiva por parte de los clientes. Además, el proyecto está en consonancia con la orientación estratégica general del Grupo Volvo.
Al mismo tiempo, Volvo CE planea seguir adelante con la electrificación con cautela. La empresa sigue considerando que el diésel es la fuente de energía más eficaz para las máquinas de gran tamaño. "Aunque... la combustión diésel sigue siendo actualmente la fuente de energía más adecuada para sus máquinas más grandes, la propulsión eléctrica y la tecnología de baterías están demostrando ser especialmente adecuadas para los equipos más pequeños de Volvo", afirma la central sueca. Por ello, las inversiones en investigación y desarrollo se destinarán ahora principalmente al rápido desarrollo de cargadoras de ruedas y excavadoras compactas eléctricas.
"La tecnología que hemos estado desarrollando es ahora lo suficientemente sólida y esto, junto con los cambios en el comportamiento de los clientes y un entorno normativo más exigente, significa que ahora es el momento adecuado para apostar por la electromovilidad en nuestras gamas de equipos compactos en el futuro", afirma el presidente Melker Jernberg.
Más recientemente, Volvo CE se hizo un nombre como parte de un proyecto de investigación en la obra eléctrica del futuro. En una cantera cercana a Gotemburgo, Volvo CE y Skanska probaron varios vehículos eléctricos durante diez semanas. El proyecto "Electric Site" pretendía reducir las emisiones de CO2 en la industria de las canteras hasta un 95% y los costes totales de explotación hasta un 25%.
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