GM da pasos firmes hacia la electrificación en EE.UU.

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General Motors ha anunciado un amplio plan de reestructuración para ahorrar 6.000 millones de dólares anuales hasta finales de 2020. Esto liberará fondos para invertir en el desarrollo y la producción de coches eléctricos y vehículos autónomos, pero también implica el cierre de grandes fábricas estadounidenses.

El mayor fabricante de automóviles de EE.UU. declaró que la financiación para estas áreas se duplicará en los próximos dos años, afirmando que "GM tiene ahora la intención de dar prioridad a las futuras inversiones en vehículos en sus arquitecturas de baterías eléctricas de próxima generación." La reestructuración tiene un impacto masivo sobre los empleados: GM planea recortar el 15% de los puestos de trabajo en Norteamérica y cerrar potencialmente cinco plantas.

La presidenta y consejera delegada de GM, Mary Barra, justificó la reestructuración planeada diciendo: "Las acciones que estamos tomando hoy continúan nuestra transformación para ser altamente ágiles, resistentes y rentables, a la vez que nos dan la flexibilidad para invertir en el futuro." General Motors es consciente de que debe adaptarse a las cambiantes condiciones del mercado y a las preferencias de los clientes para tener éxito a largo plazo. La medida resultó impopular para el presidente estadounidense, Donald Trump, que reaccionó con furia al anuncio. En una entrevista con el Wall Street Journal, pidió a Barra que dejara de fabricar en China, insistiendo en que GM debería producir sus vehículos en EEUU.

El ahorro anual de 6.000 millones de dólares se logrará reduciendo los costes en 4.500 millones de dólares anuales y recortando las inversiones en 1.500 millones de dólares. Las plantas amenazadas de cierre son dos en Detroit, una en Ohio, una en Baltimore y una en el estado canadiense de Ontario. La negociación colectiva con los sindicatos tendrá lugar en 2019, donde cesará la producción y se fabricarán otros modelos. General Motors también cesará las operaciones de otras dos plantas fuera de Norteamérica a finales de 2019, además del cierre previamente anunciado de la planta de montaje de Gunsan, en Corea. Es poco probable que GM intente convertir las plantas menos utilizadas en fábricas de coches puramente eléctricos, como tiene previsto hacer Volkswagen.

El fabricante estadounidense está dejando claro que, al igual que Ford, quiere alejarse de las berlinas que ya no tienen tanta demanda. En su lugar, la empresa se centrará más en los camiones, los crossovers y los SUV. También se dejarán de fabricar varios modelos, entre ellos el crossover Chevrolet Volt. Al parecer, el Chevy Volt también se verá afectado: según información de electrek, la producción del híbrido se interrumpirá a partir de marzo de 2019.

A finales de 2017, General Motors anunció su intención de comercializar un total de 20 vehículos eléctricos para 2023, incluidos cinco crossover, tres monovolúmenes y siete SUV. La mayoría de estos modelos se basarán en una nueva plataforma prevista para 2021. La pasada primavera, la empresa anunció inversiones en dos plantas, en Michigan y Brownstown, donde se está impulsando el desarrollo de coches eléctricos autónomos. Además, el fabricante de automóviles estadounidense recientemente sorprendió con un impulso a la legislación estadounidense para lograr una cuota de coches eléctricos del 25% de los coches nuevos en Estados Unidos para 2030.

mediagm.com, elektrek.co (Volt), usatoday.com, autonews.com

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