La UE acuerda un borrador para limitar las emisiones de los camiones
La comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo ha dado el primer paso hacia un límite legal de emisiones de CO2 para los camiones. Se ha aprobado el plan para reducir las emisiones de CO2 de los camiones en 35% para 2035, con un objetivo provisional de 20% fijado para 2025.
Esta decisión es más ambiciosa que la sugerencia de la Comisión Europea, que había pedido una reducción del 15% para 2025, y 30% menos de CO2 para 2030. Además, la comisión del Parlamento Europeo quiere que esta norma sea jurídicamente vinculante ya desde el principio.
El comité también fue más allá de lo que pedía la Comisión en términos de electrificación, pidiendo que 20% de todos los camiones vendidos en la UE sean eléctricos o híbridos para 2030. Para 2025, también pidieron un objetivo intermedio de 20%.
Los autobuses eléctricos también se consideraron un paso prioritario, y el comité pretende que 50% de los nuevos autobuses que se vendan en 2025 sean totalmente eléctricos. Para 2030, esta cuota aumentará a 75% en su plan.
El Parlamento de la UE aún tiene que dar su visto bueno a la recomendación realizada por el comité, antes de que los planes se presenten ante los países miembros.
Estos serían los primeros límites de CO2 para camiones en la UE. Otros países, como Estados Unidos, China, Japón y Canadá, ya establecieron hace tiempo cuotas para limitar la producción de CO2 de los camiones.
En cuanto a los vehículos personales, es probable que la UE quiera aplicar una normativa aún más estricta. Según una decisión de los Estados de la UE, las emisiones de CO2 de los vehículos nuevos se reducirán en un 35% para 2030. Para 2025, se establece un objetivo intermedio de 15%. Habrá excepciones "nicho", dirigidas a los fabricantes más pequeños que produzcan menos de 300.000 vehículos al año. Estarán completamente exentos de los objetivos de reducción. Así lo acordaron los ministros de la UE tras una dura serie de debates.
La decisión final sobre las cuotas de camiones se tomará tras un debate entre el consejo consultivo, la comisión y el parlamento, en el llamado "Trílogo". La decisión final es abierta, lo que significa que las cuotas pueden estar sujetas a cambios.
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