Apple reequipa el transportador VW como lanzadera autónoma
Desde que Apple decidió poner en pausa sus ambiciosos planes para sus propios coches autoconducidos allá por 2016, y centrarse inicialmente en los aspectos de software, las cosas se calmaron en torno al proyecto Titán. Hasta ahora.
El New York Times habló con personas con información privilegiada, que revelaron que Apple ha seleccionado un socio de vehículos. Tras unas negociaciones aparentemente fallidas con BMW, Daimler y otros fabricantes de vehículos, Apple firmó un acuerdo con VW, para convertir varios transportes T6 en vehículos autoconducidos para los empleados de Apple. La filial de Volkswagen Italdesign, con sede cerca de Turín, colaborará en el marco del proyecto interno de referencia Jetstream.
Concretamente, la cooperación se llevará a cabo de la siguiente manera: el T6 conservará su bastidor, ruedas y tren de rodaje. Apple sustituirá la mayoría de los demás componentes, incluidos el salpicadero y los asientos. También se instalará una hilera de ordenadores, sensores y una batería mayor.
El informe cita a cinco personas familiarizadas con las negociaciones anteriores y actuales. Según ellas, está previsto que el proyecto finalice a finales de año, pero el proyecto está ocupando más atención de Apple de lo previsto inicialmente. No está claro si la cooperación continuará más allá del proyecto del transportador.
Desde que el gigante tecnológico anunció en 2014 sus planes de construir vehículos autoconducidos bajo el título de proyecto Titán, las cosas no han tomado la dirección que esperaban los responsables del proyecto. Primero, Apple anunció su intención de crear un vehículo eléctrico autoconducido, que cambiaría la sociedad y la industria de forma similar al iPhone, antes de que la realidad se impusiera y los equipos se dieran cuenta de lo inmensa que es semejante empresa. En octubre de 2016, la empresa había cambiado de tono para dar una prioridad menor al proyecto, en el que un equipo reestructurado se encargaría de proporcionar un sistema de software que pudiera conducir parcialmente de forma autónoma para finales de 2017. El plazo pasó sin más.
Sin embargo, detrás de las cortinas parece ser que hubo intensas negociaciones, según fuentes anónimas, con BMW, Daimler, Nissan, BYD y McLaren. Las conversaciones fracasaron debido principalmente a que los fabricantes de automóviles no querían dar a Apple tanto control sobre el proyecto como deseaban, o a que los dirigentes de Apple exigieron que su equipo trabajara con socios más atractivos.
Al parecer, Volkswagen no es la primera opción de la empresa californiana y, si hemos de creer a los conocedores, Apple había estado buscando asociarse con una marca de lujo en su lugar. Pero el tiempo ha demostrado ser una presión mayor. Waymo, filial de Google, entre otras startups y fabricantes de vehículos, lleva tiempo probando y perfeccionando sus datos, lo que supone una ventaja de la que Apple no puede alegrarse.
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