Robot de vigilancia de carreteras.
En Kinshasa, la capital congoleña, tres robots se han encargado de regular el tráfico. Construidos por mujeres ingenieras, los robocops, que funcionan con energía solar, están equipados con cámaras, pechos giratorios y manos provistas de luces rojas y verdes. Aunque son literalmente más grandes que la vida, su naturaleza estática significa que no sustituirán a los policías de verdad a corto plazo. ¡Que la fuerza te acompañe!
telegraph.es
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