El Audi A3 e-tron: el marinero entre los enchufables.

Por fin está aquí: el primer vehículo eléctrico de Audi fabricado en serie. Durante bastante tiempo, el fabricante de automóviles de Ingolstadt no estuvo a la altura de su propio principio. Los avances técnicos en tecnología de vehículos eléctricos los realizaban Tesla y BMW. Pero se supone que todo eso va a cambiar con el A3 e-tron, con el que Audi intenta cuadrar el círculo. Se supone que el coche es perfecto para la vida cotidiana, al tiempo que cuenta con un complejo sistema de propulsión. Peter Schwierz, fundador de electrive.com, se desplazó a Viena para probar el A3 e-tron... y para debatir una cuestión de principios.

LA POSICIÓN DE PARTIDA

Durante cuatro semanas, Audi llevó a Viena a cientos de periodistas locales e internacionales para presentar su primer híbrido enchufable. Condujeron en silencio por las calles de la capital austriaca y subieron a toda velocidad por las colinas cercanas. Sin embargo, los entusiastas acérrimos eran difíciles de encontrar. Se trataba más bien de un intento de acercarse a un vehículo que quiere serlo todo: bueno para la vida cotidiana pero emocionante, eléctrico pero suficientemente convencional, moderno pero no demasiado diferente. A veces parece como si el A3 e-tron no pudiera decidirse. ¿Es un vehículo eléctrico para la ciudad, un vehículo para recorrer la distancia en la Autobahn, o un aspirante a deportivo para esa cita de negocios? Puede hacerlo todo, eso es indiscutible. Por eso, el eslogan de Audi "Lo mejor de ambos mundos" encaja bien con este híbrido enchufable. Pero hay que preguntarse: ¿es quizá demasiado?

LA EXPERIENCIA DE CONDUCCIÓN

Audi promete 50 kilómetros de autonomía eléctrica. No lo hemos conseguido, pero entre 30 y 40 kilómetros parecen realistas para el uso diario. Al menos si no siente la necesidad de presumir de superioridad tecnológica después de cada semáforo en rojo (¡la aceleración eléctrica es asombrosa!). Así que encaja. Si recorre distancias más largas (nosotros hicimos unos 110 km), tiene donde elegir: subir y bajar cuestas en modo deportivo, 'Hybrid Auto' en carretera de campo y dejar que el coche decida, el 'Hybrid Hold' para preservar la autonomía eléctrica en los últimos kilómetros, o seleccionar el ajuste 'Hybrid Charge' y utilizar gasolina para cargar la batería. Entre medias, puede hacer uso de la función boost para adelantar a otros vehículos y dejar rugir al pequeño TFSI de 1,4 litros. Todo esto es posible y, teniendo en cuenta que se trata del primer plug-in de Audi, todo funciona con bastante suavidad. Pero a veces sigue pareciendo como pedir un sándwich en un restaurante Subway: pan de trigo o blanco; tomate o pepino; la salsa picante o una de las otras ocho; ¿quiere queso extra...? A veces sólo quieres decir "¡elige lo que mejor te quede!". Con el A3 e-tron no es diferente. Quiere gritar "simplemente conduzca en el modo que mejor le quede". ¿O tal vez en modo deportivo después de todo? Ese es el problema. En el Audi A3 e-tron, el conductor tiene constantemente mucho donde elegir. Todo es posible gracias a una caja de cambios de doble embrague S-tronic de seis velocidades y un volante bimasa que impulsan las ruedas delanteras. Los jóvenes compradores amantes de la técnica podrían entusiasmarse con esto. Pero su conductor en el mundo real probablemente se quedará en el piloto automático. Por cierto, el mismo tren motriz se utiliza también en el Golf GTE y, por tanto, se desarrolló principalmente en Volkswagen en Wolfsburg.

LA CUESTIÓN DE PRINCIPIO

Donde Audi marca realmente la diferencia respecto a sus oponentes eléctricos es al pisar el acelerador. ¿Qué esperaría el entendido en VE? Exactamente. Recuperación. Sólo que eso no ocurre en este caso. En su lugar, el motor se apaga y el coche empieza a navegar. Y el coche no se detiene. Sigue yendo cada vez más rápido cuesta abajo. Si quiere reducir la velocidad y recuperarse, sólo tiene que pisar ligeramente el freno. "Frenado eléctrico" es como lo llama Audi. Lo que parece sencillo al principio cuesta acostumbrarse incluso al conductor experimentado de un coche eléctrico. La cosa mejora cuando se entra en el modo deportivo: Aquí puede, por ejemplo en carreteras de montaña, acelerar y recuperar al máximo antes de la siguiente curva. Así es como debe ser, dirá cualquiera que haya conducido alguna vez el BMW i3. Pero, ¿es realmente razón suficiente para malgastar gasolina permaneciendo en modo deportivo? Una vez más, el A3 e-tron deja que su conductor decida. Y luego está el cambio de marchas multinivel cuando se acelera con el motor eléctrico. Un conductor experimentado en VE podría esperar, en cambio, una aceleración continua. Eso es algo que realmente hay que desear. Y las transiciones del sistema híbrido tampoco son suaves como la mantequilla: tras una pequeña pausa, se oye cómo entra en acción el TSFI. Ahí es donde Audi sigue siendo Audi: todavía le corre mucha gasolina por las venas.

EL POTENCIAL

Lo que queda del Audi A3 e-tron es una clara sensación de que no es ni pez ni ave. Conduce de forma eléctrica, pero no recupera; quiere servir a una necesidad cotidiana, pero plantea constantemente una elección al conductor; quiere ser innovador, pero demasiado diferente, para que los conductores de Audi puedan seguir identificándose con él. "Descubra las posibilidades" quizá sería un lema más adecuado para el híbrido enchufable. Es posible que para algunos sea el coche de empresa perfecto. Los desplazamientos diarios se pueden realizar en modo eléctrico, y se puede acudir a la cita fuera de la oficina utilizando el motor de gasolina. Las vacaciones familiares tampoco son un problema. Con un precio de 37.900 euros, puede resultar definitivamente más caro que un A3 normal. Sin embargo, comparado con el BWM i3 Rex, el Opel Ampera y el Mitsubishi Outlander, el precio parece adecuado. Quizá el A3 e-tron sea exactamente lo que el fabricante necesita para evitar que los conductores de mente abierta se decanten por BMW o Tesla. Y quizá el nuevo híbrido enchufable sea exactamente la respuesta "sí, pero" a la pregunta sobre el futuro de la movilidad eléctrica. Una cosa es segura: es un paso bueno e importante que un Audi de producción venga ahora con un modo puramente eléctrico. Aunque el coche quisiera ser un velero.

Texto y fotos de Peter Schwierz