Las cosas buenas llegan (vuelven) a los que esperan.

Hace 33 años que el estadounidense George Talley vio por última vez su Corvette. Había sido robado de las calles de Detroit y ahora se encontraba a unos 1.600 kilómetros de distancia. El fabricante GM se encargó de devolver el vehículo a su legítimo propietario, y casi al lugar exacto de donde se lo habían llevado.
usatoday.com (más vídeo)

0 Comentarios

acerca de "Las cosas buenas llegan (vuelven) a los que esperan."

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *